EEUU rechaza propuesta de Maduro para abandonar el poder en Venezuela
Estados Unidos le dijo que no a un plan del gobierno venezolano que proponía que Nicolás Maduro dejara la presidencia tras una transición de dos a tres años. La Casa Blanca considera inaceptable cualquier demora en el proceso y ha decidido implementar una estrategia de presión más fuerte.
Este plan surgió durante contactos indirectos que autorizaron desde el gobierno de Donald Trump. Mientras tanto, el presidente estadounidense dispuso medidas para presionar a Caracas, desplegando el mayor portaaviones del país en el Caribe dentro de la operación “Lanza del Sur”, que incluye alrededor de 15.000 soldados en la región.
El New York Times informó que Trump autorizó a la CIA a preparar acciones encubiertas en Venezuela, con el objetivo de “preparar el campo de batalla” para operaciones más amplias en el futuro. Aunque no se dieron detalles específicos sobre los métodos, se consideraron opciones de sabotaje o ciberataques. Al mismo tiempo, el Pentágono estaba elaborando listas de instalaciones vinculadas al narcotráfico y unidades militares cercanas a Maduro que podrían ser blanco de ataques.
A pesar de su discurso público sobre la lucha contra el tráfico de drogas y la migración irregular, en privado, Trump debatía sobre las reservas de petróleo venezolanas y el posible acceso de empresas estadounidenses a esos recursos.
Tropiezos, contradicciones y acciones en expansión
Funcionarios venezolanos comunicaron a intermediarios que Maduro podría abandonar el poder tras una transición de dos a tres años. Sin embargo, desde el lado estadounidense se insistió en que cualquier demora es inaceptable. Aunque las negociaciones a puerta cerrada no llevaron a un acuerdo firme, dejaron entrever que aún existe la posibilidad de un acuerdo diplomático.
Mientras tanto, Estados Unidos llevó a cabo 21 ataques contra embarcaciones que, según su gobierno, estaban implicadas en el tráfico de drogas. Estos ataques resultaron en al menos 83 muertes. Aunque Trump afirmó que los objetivos eran barcos que transportaban fentanilo, funcionarios militares admitieron ante el Congreso que en realidad se trataba de embarcaciones cargadas de cocaína. Estos ataques, realizados sin una autorización legislativa, generaron críticas y dudas sobre su legalidad y el riesgo de afectar a civiles.
El Departamento de Estado también anunció la decisión de categorizar al Cartel de los Soles como organización terrorista, lo que podría abrir la puerta a futuras acciones militares y aumentar la presión sobre el entorno de Maduro.
Trump aún no ha tomado una decisión clara sobre la estrategia general hacia Venezuela. Las opciones fluctúan entre un posible acuerdo diplomático y un enfoque más agresivo. Como él mismo dijo, “No descarto nada. Solo tenemos que ocuparnos de Venezuela”, reflejando la complejidad de una situación que combina militarización, negociaciones y creciente incertidumbre.